En nuestro recorrido, sobre todo por la costa Alentejana, hemos descubierto playas solitarias, semisalvajes, de una belleza espectacular, que nos han dejado impresionados. Pensábamos que esto no existía ya tan cerca de nuestro país.
Pero para nuestro deleite, existen. Son un auténtico paraíso para nuestra familia autocaravanista, que quizás somos los que más podemos disfrutarlas. Por eso, desde estás líneas, quisiera comenzar rogando el máximo respecto por la belleza de estos sitios para que entre todos contribuyamos a la conservación de lugares tan hermosos y únicos y que nuestros hijos, y nietos, puedan ver con sus ojos, lo mismo que vemos nosotros.
Pero para nuestro deleite, existen. Son un auténtico paraíso para nuestra familia autocaravanista, que quizás somos los que más podemos disfrutarlas. Por eso, desde estás líneas, quisiera comenzar rogando el máximo respecto por la belleza de estos sitios para que entre todos contribuyamos a la conservación de lugares tan hermosos y únicos y que nuestros hijos, y nietos, puedan ver con sus ojos, lo mismo que vemos nosotros.
Debemos ser aún más EXQUISITOS, si cabe, en su cuidado observando con el máximo rigor unas simples reglas y además de la limpieza, procurando NO MOLESTAR al resto de los visitantes con comportamientos tales como ocupar más plazas de aparcamiento de las que nos correspondan, sacando elementos fuera (mesas y sillas), etc. En una palabra:
tratando de hacernos casi “invisibles"